¿Por qué se enferman las articulaciones?

Pregunta bastante frecuente que suele aparecer en la mente de los pacientes, ¿Por qué aparece esta enfermedad en mi vida?, ¿Por qué justo a mí me pasa esto?, ¿Por qué tengo que vivir esta enfermedad, si yo soy una buena persona?, ¿Por qué a mí si a nadie le hago mal? Pero sabemos que estos cuestionamientos no hacen más que ponerte en un círculo sin fin alrededor de la enfermedad y que lo realmente valioso para tu salud es comprender “¿Para qué?” estás viviendo esta enfermedad. Cuando se trata de enfermedades articulares es importante que identifiques ese aspecto emocional asociado, aunque no es el único factor a mejorar.

Debemos también mejorar otros factores que alteran el metabolismo de los huesos, cartílagos, músculos y tendones, es decir de las estructuras que forman una articulación; para poderlos corregir y evitar que otras articulaciones también terminen en enfermedad, con el paso de los años.

Nuestras hormonas comienzan a disminuir en su producción, a medida que avanzan los años y con ello baja un factor protector importante hacia las articulaciones. Hoy sabemos que hormonas como la testosterona (hormona masculina), estrógenos (hormona femenina) y hormona de crecimiento nos ayudan a mantener la densidad de los huesos (evitar la osteoporosis), a mantener la masa muscular (evitar pérdida de músculo) y a evitar debilitamiento en tendones (tendinitis) que con frecuencia aparecen en las enfermedades de las articulaciones. Comprendemos entonces la razón por la cual un tratamiento médico integral para la regeneración en artrosis o artritis, requiere el balance de estas hormonas.

La vitamina D en concentraciones óptimas, es un mecanismo protector de tus articulaciones no solamente porque ayuda a fijar el calcio al hueso, sino también por su efecto antiinflamatorio que ayuda con el dolor y la reparación celular en condiciones con bursitis y tendinitis (bastante frecuentes).

Tener un peso ideal es necesario para evitar la sobrecarga mecánica que las articulaciones deben soportar con cada movimiento. Pero también es importante resaltar la importancia de alinear y balancear las fuerzas; en ocasiones los micro-movimientos después de un golpe o evitar el apoyo para proteger una zona con dolor, terminan alterando la distribución de fuerzas sobre tus articulaciones y alterando la postura. Finalmente, una parte del cuerpo termina compensando y soportando mayor peso por dar estabilidad a otra que presenta dolor o limitación; aquí la terapia manual es una excelente aliada en el tratamiento médico.

La sobrecarga de toxinas pocas veces es tenida en cuenta; recordemos que las células en tus articulaciones se pueden ver afectadas en su función por toxicidad con metales pesados (plomo, mercurio, cadmio), por toxinas ambientales o adquiridas a través de la alimentación, por residuos tóxicos del cigarrillo, o por no eliminar adecuadamente los desechos de nuestro organismo como en el estreñimiento. Hacer un détox periódicamente ayuda a mejorar funciones celulares.

Comer sano es un aspecto conocido por muchos y practicado por pocos. Debemos tener la conciencia de alimentarnos adecuadamente, pues es una efectiva manera de mantener el funcionamiento celular. No obstante, una vez aparece la enfermedad se hace necesario suministrar al cuerpo dosis adicionales de vitaminas, minerales y oligoelementos, necesarios para la sana función de las células articulares; estos micro-nutrientes actúan simultáneamente como détox, ayudan con la inflamación y el dolor, estimulan la renovación y sana función de las células articulares.

Como puedes observar, son muchos los factores a tener en cuenta en la Medicina de Regeneración celular, para renovar, reparar y regenerar articulaciones enfermas. Pero lo más valioso es la satisfacción cada vez que un paciente recupera su calidad de vida.

Si quieres saber más, visita nuestra sección sobre tratamiento para artrosis, osteoporosis, y artritis.